Radiadores baja temperatura: qué son y como funcionan

Radiadores baja temperatura: qué son y como funcionan

Los radiadores de baja temperatura son sistemas de emisión eficientes e innovadores. Y está comprobado que resultan más provechosos que los radiadores convencionales, pues tienen un elevado rendimiento térmico, ofrecen comodidad y aportan un nivel significativo de ahorro.

Si quieres conocer mejor los radiadores baja temperatura y saber cómo funcionan, o simplemente quieres saber qué tipos de radiadores hay y cuáles son las ventajas de adquirir uno, quédate leyendo este artículo, donde responderemos estas y otras interrogantes.

 

¿Qué son los radiadores de baja temperatura?

Los radiadores baja temperatura son los que pueden trabajar sin necesidad de calentar demasiado el agua, alrededor de 35 °C a 40 °C.

Gracias a esto se ahorra más energía y se obtiene un buen rendimiento calórico. Esto es una gran diferencia con respecto a los radiadores convencionales en los que se tiene que gastar más energía para calentar el agua.

A fin de que puedan rendir al máximo, los radiadores de baja temperatura deben tener una caldera de amplia modulación (los grados de modulación varían dependiendo de la gama).

La ventaja de tenerla es que también sirve para los meses de calor, donde pueden emitir frío.

¿Cómo funcionan los radiadores de baja temperatura?

Los radiadores de baja temperatura contienen un intercambiador de temperatura formado por elementos, como aletas fabricadas de aluminio y tubos elaborados con cobre, por los cuales pasa el agua.

Todo esto hace posible que se requiera un 80% menos de agua, logrando así esa alta eficiencia que estás buscando.

Los radiadores también cuentan con un armazón de chapa, que suele ser de acero, con el cual se logra calentar el aire antes de que este salga hacia afuera.

Todo esto requiere que el radiador sea más grande, pero también que cuente con un rendimiento mayor. Además, este sistema tiene la capacidad de calentarse rápidamente y enfriarse en pocos minutos cuando ya no se usa; a esto último se le denomina “poca inercia térmica”.

Ventajas e inconvenientes de los radiadores de baja temperatura

Estos aparatos de calefacción tienen sus aspectos positivos y negativos, y es conveniente que los consideres todos:

Ventajas

Son multifuncionales

Puedes usarlos tanto en invierno (como calefacción) como en verano (como refrigeración).

Mayor rendimiento

Gracias al espacio entre el intercambiador y la carcasa se calienta más aire, por lo tanto, hay mayor producción de calor con agua a menor temperatura.

Trabajan de inmediato

Este sistema se calienta más rápido, así que los efectos son más inmediatos (dependiendo del tamaño de la habitación).

Son menos peligrosos

Como el agua caliente está dentro del radiador, la carcasa nunca está a más de 40 °C, una temperatura bastante soportable si por accidente se tocaran con la piel descubierta.

Ahorran más energía

Incluso los que son dinámicos tienen un consumo energético inferior a los radiadores de alta temperatura.

Inconvenientes

Se enfrían más rápido

Como la temperatura del agua es más baja, el calor se disipa más rápido, así que el confort dura menos.

Son más costosos

Como requieren de un sistema más sofisticado -en especial los dinámicos-, los radiadores de baja temperatura tienden a ser más costosos que los convencionales.

Afectan la estética de la estancia

Por su tamaño es necesario tenerlos en cuenta a la hora de planificar la decoración, pues tienen unas dimensiones bastante notorias.

¿Qué tipos de radiadores de baja temperatura hay?

Existen dos tipos de radiadores de bajas temperaturas y a continuación te mencionamos cuáles son:

Radiadores estáticos

Estos funcionan con un intercambiador que calienta el aire y luego lo impulsa hacia afuera de manera natural. Se les llama estáticos porque no impulsan el calor de ninguna manera.

Radiadores dinámicos

Hacen uso de ventiladores que, al estar unidos al intercambiador de calor, impulsan mucho más rápido el aire; logrando así que todo el proceso sea más rápido y eficiente.

Por otro lado, estos ventiladores son muy eficaces y no producen ningún tipo de sonido que pueda molestar. También se pueden graduar las velocidades de estos según la necesidad de cada persona.

Los ventiladores no están activados en todo momento, sino que se encienden cuando se necesita mayor potencia de impulsión del aire, pero se apagan cuando el consumo es menor o cuando solo se quiere mantener la temperatura del ambiente.

¿Cómo se instalan los radiadores de baja temperatura?

Si ya se tiene una instalación de radiadores de alta temperatura solo hay que sustituirlos por los de baja temperatura reutilizando la instalación de tuberías y la caldera, siempre y cuando coincidan con el mismo número de tubos, es decir, si es de 1 o 2.

Por supuesto, si no hay una instalación de calefacción, entonces es necesario llevarla a cabo por completo, es decir, caldera y conexión de tuberías.

Además, en el caso de los radiadores dinámicos de baja temperatura se necesita de una toma de corriente cerca desde donde se pueda conectar la parte electrónica que controla los ventiladores.

Precio de los radiadores de baja temperatura

Por su parte, el coste de estos radiadores de baja temperatura es bastante más elevado que los convencionales. Estos últimos rondan los 30 a 40 €, mientras que los primeros no bajan de los 150 €.

Lógicamente, la marca y el modelo también influyen en el precio final. Por ejemplo, en la actualidad se puede encontrar radiadores Ferroli de 265 €, tanto dinámicos como estáticos; los Jagua Strada estáticos se encuentran en los 193 €; mientras que los Thermor Pareo Integrado 200 dinámicos alcanzan los 321 €.

Radiadores y suelo radiante: ¿Qué es mejor?

Tanto el suelo radiante como los radiadores tienen beneficios destacados que se deben analizar para tomar la decisión de cuál usar. Sin embargo, hay 2 aspectos que deben tenerse en cuenta antes que el resto:

Instalación

Los suelos radiantes son mucho más complejos de instalar y, por tanto, más costosos. Si bien se pueden aprovechar ciertos componentes de instalaciones previas, como la bomba de calor, igualmente requieren mucho gasto.

Mientras que los radiadores no necesitan de grandes obras. De hecho, con los conocimientos apropiados, hasta el propio usuario puede instalarlos.

Menor consumo energético

Los radiadores convencionales gastan mucha más energía y consumen más gas, pero los de baja temperatura disminuyen considerablemente ese consumo. Sin embargo, el suelo radiante supera ligeramente el rendimiento de estos últimos, de modo que, a largo plazo, compensa la inversión inicial.

Vanesa
Vanesa
Departamento de marketing y comunicación en Energanova.

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